martes, 10 de noviembre de 2015

HISTORIAS DE LA CARRETERA




“El Gangas”






      Jorge, 10-28 “El gangas”, operador de tráiler cuyo alias (10-28, clave que se da al alias que se usa en argot de carretera) se le debe a que es muy negociante, trabajaba en una empresa de transporte de mercancía perecedera, “el Gangas”, operador que gusta de traer su unidad lo más limpia posible, es de las personas que tienen bien inculcado que el tráiler es su primer hogar ya que es donde se la pasa más tiempo, realizaba un viaje de Cuautitlán México a Ciudad del Carmen, Campeche en donde se recorre una distancia de 980 kilómetros, ya en el mismo es muy común que en el trayecto se parara a comer en algunas “cachimbas” (nombre común que se le da a los restaurantes o fondas que hay en carretera) que se encuentran en el camino pero nunca se imaginó lo que le pasaría en una de ellas. “El Gangas”, operador que gustaba de tomar sus alimentos sin ninguna prisa, alrededor de las 11:00 de la noche paro en una “cachimba” que se encuentra saliendo de la pista de Coatzacoalcos ya con rumbo a Cárdenas, Tabasco, entre comida, café, platica con demás operadores y con las muchachas del lugar tardo alrededor de 3 horas, salió, encendió el tráiler, después tomo su checa llantas, (bate de madera pequeño que se utiliza para golpear las llantas y saber si están pochadas) para bajar a revisar llanta por llanta, después subió y continuo su camino con rumbo a Ciudad del Carmen, pero algo andaba mal, desde que inició su marcha noto un fuerte olor dentro del tráiler, como había tráfico a esa hora se concentró en avanzar pero le fue siendo demasiado desagradable a grado de pensar que había pisado estiércol, orines o algún animal muerto sin darse cuenta, levantaba los pies para iluminar las suelas de sus zapatos pero nada, comentaba que era tan desagradable que sentía que le irritaba la nariz, su tráiler, un International de camarote grande con roperías y mesa por los lados lo traía siempre muy limpio para que oliera tan mal, al ir pasando por el entronque de Agua Dulce y el de las Choapas, noto de reojo que algo se movía en camarote como, si las colchas se inflaran a lo que quedo petrificado y hasta el olor se le olvido, lo primero que le paso por la cabeza fue que seria asaltado más adelante a lo que ideo un plan, al llegar a la Fitosanitaria de la Venta que estaba como a 20 kilómetros y lugar donde documentan alimentos de origen animal y vegetal donde también se encuentra un retén militar de planta, activaría las válvulas del tráiler para que se frenara, saltando del mismo gritando a los soldados para que lo ayuden y así estar a salvo.
Todo estaba planeado, cruzando el río Tonalá una vez más volteo de rojo solo para sentir más presión, ya que entre lo oscuro de la cabina vio la silueta de uno brazos como si se rascaran la cabeza, paso las cachimbas, eran las 02:30 de la madrugada  y al llegar a la fitosanitaria lo hizo, freno el tráiler, salto gritando a los soldados que lo querían asaltar, a lo que estos de forma rápida rodearon el tráiler gritando que bajaran con las manos visibles sin obtener respuesta a el llamado, mientras “el Gangas se cubría en una de las columnas de la Fito, un valiente soldado al no tener respuesta del interior del tráiler, subió con su arma en la mano, se escucharon gritos de órdenes para después bajar de espaldas apuntando al interior, de donde bajo un hombre como de 50 años de aspecto indigente, todo su pelo negro de suciedad con plastas de lodo viejo, ropa deshilachada y de un olor desagradable, preguntando que si no tenían un cafecito para tomar, se escucharon risas y carcajadas entre todos los presentes, “el gangas”, atónito, no podía creer lo que estaba viendo, un indigente se le había subido y así de sucio se había acostado en su camarote, el encargado del retén le llamo la atención diciéndole que tuviera más cuidado de dejar su tráiler abierto, bien pudo haber sido un asaltante y no sería el mismo fin, sabanas y colchas fueron desechadas por “el gangas” y hasta la fecha cada que se detiene por cualquier razón, tiene la precaución de asegurarse de cerrar su tráiler bien y revisarlo antes de ponerse en movimiento para no volver a vivir otra situación igual.


Jorge M.

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